"La oscuridad no existe, lo que llamamos oscuridad es la luz que no vemos."
Henri Barbusse


viernes, 19 de octubre de 2012




"Hay algo tan necesario como el pan de cada día, y es la paz de cada día;          la paz sin la cual el mismo pan es amargo."

Amado Nervo.

martes, 9 de octubre de 2012

Todo me male sal.


Creo que estoy asustada.
Los últimos dos años de mi vida han sido una amalgama entre desesperación, búsqueda de lugares, de personas, de mi misma y revoltijos. Han sido turbios con leves momentos calmos, como cuando revuelves un café.

Esas experiencias y el hacer coraza para enfrentarlas sola me hicieron común el vivir en el desastre y es tanto que ahora, cuando las cosas van bien, tan bien, increíblemente bien, jodidamente bien, que ni yo misma lo creo y me asusto, me asusto mucho.

¿Sabes por qué?...

A veces extraño estar “mal”, esa condición casi innata en la Gema de antes-ahora. Cuando estaba hundida en mi propia mierda sacaba las fuerzas, ese ánimo glorioso y las ganas aunque fueran falsas de demostrar que todo iba bien, que era fuerte, que estaba ahí parada como si las cosas me resbalasen. Me hacía sentir fuerte en mi superficie, aunque fuera un merengue por dentro.

Hoy, me pregunto dónde quedaron esas fuerzas, esos ímpetus. Pareciera que el estar bien me hiciera mal (jajajaja ironía), porque me hace quedarme ahí, estar, llana, serena. ¿Dónde están mis superaciones?, ¿dónde están mis deseos?. Siento que avanzo pero, nuevamente, en modo automático.

Tengo todo lo que me ha dado la vida, un cuerpo completo (deforme, pero completo), sinapsis en mi cuerpo para comunicarme y ejercer lo que quiera, ojos para observar desde lo más pequeño a lo tangible, boca para las más hermosas cosas que da el lenguaje. Tengo a mis padres que día a día no me defraudan en su labor y me hacen sentir que tenerlos fue algo más que juntar gametos. Tengo hermanas que si bien no tengo ese vínculo tan perfecto de literatura fraterna, son mi sangre, son mis guardianes y quienes me brindaron las hermosas criaturas que tengo de sobrinas. Tengo amigos, que aún sabiendo que soy una mierda de personas y muchas veces me olvido de ellos, siguen ahí, esperando, sabiendo que volveré.  Tengo una carrera que cuando ingresé movía mi ímpetu y mi ser y ahora siento que no lucho lo suficiente o no le encuentro la delicia del sabor y sin embargo sé que es lo que quiero. Y por último, y lo más reciente; tengo a alguien a mi lado, que sé que me quiere como quien quiere a las oportunidades valiosas y sin embargo soy una mala agradecida de mierda quejándome de la vida. Todo esto me hace sentir que cualquier persona me estaría diciendo “sonríe, hay momentos malos, no una vida eternamente mala”.

Y sonrío, después de llorar.
Como siempre.