Estoy mal.
Si, lo admito abiertamente.
Lo peor es que creo que soy la única calentandose la cabeza con la situación.
Las actitudes ne dicen que ya debería mandarte a la mierda y que ealmente esa persona no tiene el valor de decirlo a mi cara y también lo desea... pero entonces ¿por qué los comportamientos de amabilidad?, ¿por qué aún as invitaciones?. Y eso me hace desistir de mi decisión.
¿Cuesta mucho entender que quiero que seas como las primeras dos semanas en donde no habían dramas?, ¿que extraño a la persona que me hacía cohibir?... ¿que estoy con mis brazos abiertos?...
Pero cansa, y es un cansancio que sigo manteniendo.
Presiento que esto no terminará bien, que te resignarás a las opciones más fáciles.
Y yo quedaré aquí, con un atado entre manos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario