"La oscuridad no existe, lo que llamamos oscuridad es la luz que no vemos."
Henri Barbusse


lunes, 26 de diciembre de 2011

Y en el terminal vi las cosas fuera de la cancha. Una madre con un padre tristes, despidiendo a su hija que también estudiaba en una U de provincia.

Y ahora comprendo.
Ponerme en sus zapatos, deseando lo mejor, queriendo que la niña haga lo mejor, que no la hagan sufrir, ni la engatusen, que no pase hambre ni frío. Que todo el cariño valga la pena, que el cordón sea cortado bien y no sea usado como la soga del propio suicidio...

De verdad comprendí todo en ese momento y me sentí culpable por todo lo que me ha pasado y me puede pasar.

Culpa.

...

Y mi madre pregunta como van las cosas. La miro a esos ojos resistentes, miel, miel que sólo puedo saborear yo, ancianos... y le digo con la mejor sonrisa que tengo para ocultar la culpa y preocupación que todo va bien, que me siento segura, tranquila. Que nada pasa, cuando en realidad pasa de todo.

Sé que no me cree del todo, ese instinto de madre la supera a ella y a mi, sin embargo fui convincente y se quedará con esas palabras hasta que yo llegue donde ella hablando, con una taza de té, solas, esperando que llore... y no sé si sucederá. Todo depende de mi interior y lo que almacene en él.

...

Navidad.

Varía según las creencias.
El nacimiento de un niño... y yo pienso cosas atroces, realmente horribles en un día ingenuo.
Culpa nuevamente.

Mis padres cumples cuarenta y un año de casados.
Y todos los años me pregunto por qué, paciencia, cariño, hijas de por medio, resistencia.

Es la primera navidad que no asumo, que no siento pues tengo la cabeza en planteamientos lúgubres.

Una visita inesperada de esas personas con dones perceptivos que realmente te dejan con la boca abierta. Y nos describe uno por uno... con mayor énfasis a aquellos que saludó de abrazo.

Yo no quise, sentí un escalofrío al verlo entrar.

"Deslígate del problema, tíralo lejos un momento y disfruta. Se nota tu confusión y problema en los ojos...Tendrás dos amores, uno malo y otro bueno..." sólo con mirarme planteó eso y quedé pasmada. Junto con otro consejo, sabía que si lo dejaba tocar aunque sea mi mano me diría todo. No quería nada.

...

Dicen que todo pasa por algo.
Por ésta vez quiero que no pase nada, NADA.
Tengo el futuro en mi mano y lo primero que hago es arrugarlo.
Por favor, realmente no deseo el milagro...
Tengo miedo, demasiado...
y las dos opciones son más latentes.



No hay comentarios:

Publicar un comentario