"La oscuridad no existe, lo que llamamos oscuridad es la luz que no vemos."
Henri Barbusse


martes, 27 de diciembre de 2011

Y a veces me dan ganas de apagar esa sensación que se transforma en deber, el deber de querer ayudar a los demás y saber qué les pasa.

Siento que por más que respete el espacio personal al fin y al cabo igual me meto en cosas que no deberían incumbir mi persona. Pero no puedo, y creo no poder cuando alguien me importa pues soy más cargante de lo que soy con alguien ajeno.

Esa sensación de pecho cálido al ver a la persona y querer tenerla entre los brazos, abrazarla, acariciarla y escucharla, simplemente escucharla hablar como si fuera una conversa entre su consciencia y el ser tangible. Va más allá de la ternura y la comprensión, va tan allá que me hace sentir completamente fundida y conectada.


Soy tan rara.
...

Y hoy, a pesar de todas las cosas por las cuales debería estar atacada pensando, cabeceandome y quizás preocupada o triste, hoy estoy bien conmigo misma, normal, más serena. ¿Qué será de mi después de dormir?, un poco de serenidad no me vendría nada de mal.

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