"La oscuridad no existe, lo que llamamos oscuridad es la luz que no vemos."
Henri Barbusse


sábado, 17 de marzo de 2012

El jueves pasado tenía motivos para celebrar, sin embargo, no tenía muchas ganas de salir, pero tampoco quería darle la razón a mi desánimo ni menos dejar que él fuera el vencedor.

Ante una constumbre que se le instala a las niñas desde que son pequeñs, me arreglé lo mejor que pude. Seré sincera conmigo misma: quería atraer miradas. Bueno, no miradas... una mirada.. No me importaron las otras al caminar la calle, o en el mismo local... o lo que sucedió después del local. No.

EL alcohol es solo un agregado en la situación, el compartir. Nunca ha sido mi prioridad y... cuanto lamento que la primera vez que me pasé de copas haya sido en su presencia. M prometí a mi misma que él no me volvería a ver así. Él ni mucha gente.

En la mañana había donado sangre y sabía que mi cuerpo estaría más suceptible a los efectos 'confortables' de los grados demás.

Vasos, el deseo poco común que a veces me baja por un cigarro, y bailar. Simplemente bailar. Ya no estaba soportano estar en la misma mesa y que mi mente traicionera me trajera recuerdos y sobretodo en la realidad que había caído hace poco. Ya basta, me dije a mi misma. Ya de verdad se acabó y él tomó otras decisiones que parecieran tenerlo feliz y despreocupado. ¿Por qué yo debía seguir aquí?, ¿cayendo y cayendo en preocupaciones?. No, vamos a bailar. Y ahí estuve, la música fuerte, los movimientos rítmicos y no rítmicos, cerrar los ojos y sentir el cabello moverse, el sudor comunitario, las risas, el ridículo y de repente mi mirada traviesa buscándole. Cierra los ojos, baila y sigue me recordé pero noté la mirada, esa mirada puesta en mi más de una vez, ahí, observandome, plantada, me petrificaba y me daban ganas de salir del local y correr para no ir y caer rendida en su gracia (ese corte de pelo le queda estupendo). ¿Por qué me mirabas si ya no debería importarte?, estás caminando con alguien más y tu... tu egoísm me sigue manteniendo aquí porque sabes que estaré pegada un buen tiempo.

Hubo un momento en que supe que me prestabas atención hace rato, cuando chocaron nuestras miradas y no lo camuflaste ni apartaste. Yo tampoco y estúpidamente te sonreí, y fue sincero, porque mi interior se hizo terciopelo... pero debía salir luego de eso antes que mi camino de ir hacia el barman se desviara y fuera en tu dirección, para tomarte la mano y decir conversemos, que quiero que sepas que seas feliz y no cometas los mismos errores. Y recordar que como él está empezando de nuevo yo haré lo mismo.

Y seguí bailando.

Cada vez que estoy de ánimos bajo mi cuerpo me hace una coraza de valentía, de supuesta personalidad, como queriendo demostrar que nada me pasa o afecta y me vuelvo más sociable, increíblemente sociable. Cuando nada es todo y todo es nada.

Alguien estaba peor que yo. Y me quedé conversando un rato hasta que decidí irme. Él ni tu estaban presentes y creímos que burdamente se había ido.

Caminando con ella por las calles sola, de la mano explotó en llanto, llanto muy un parecido al mio y toda la dureza se fue. ¿Historias de plaza?, si. Una banca cigarros, penas, miedos ocultos, escuchar, ser escuchada, hombros empapados... y un tipo que nos dijo que mujeres tan lindas no deberían derramar lágrimas por pobres tipos, que la vida es un instante. Un amigo de él nos vio (aún estoy acostumbrada si le escribiera a él, me cuesta el 3º persona), amable, suave, sutil. Creo que supo las razones solo con verme. Le pedí que fuera discreto y no dijera nada. Y se fue.

Y seguí así como hasta las 3... y me enteré que hay algo en su pieza que ya me convence del fin de todo. Y lloré, y lloré... y lloré tratando de explicarme por qué si ya estabas con alguien me seguías torturando de esta manera. Consciente, ni siquiera ebria.


Llegué a mi casa y antes de que la pena avanzara, apagué mi interruptor y dormí antes de aprovechar mi celular con saldo o prender facebook, esa red de mierda y que mi dignidad se fuera a las pailas por esperar una respuesta que no sería más que fría y vacia.

Lo único que pido ahora es que no la siga ocultando. Ya sé que nunca la borró ni nada. Yo simplemente me alejaré y esperaré sanar bien, muy bien. Porque si las otras vveces no sucedió lo mismo y podía estar cerca teniendo buenos resultados de mantener una amistad al final,aquí por más que lo desee no puedo y no lo podré lograr (que es lo que quiero) si no me alejo. Estoy dañana, muy dañana. Y llena de mentiras, donde está hablando más mi rencor que mi misma.

Se supone que así no deben ser las cosas.

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