"La oscuridad no existe, lo que llamamos oscuridad es la luz que no vemos."
Henri Barbusse


sábado, 31 de marzo de 2012

"Sonría, lo estamos grabando".

Ayer fue un día intenso en el cual volví a sentirme la niña esponja de antes. Muchas veces el ambiente me pesó, otras era sólo yo mirando a través de una pared de cristal a mis conocidos, y otras... yo y recuerdos.

He descubierto que no paso desapercibida de ninguna manera, ya sea por lo extrovertida o introvertida, simplemente estaré ahí. Y a veces pesa el saber eso, no puedes ser tu y dejar que algunas cosas se liberen y debes mantener una careta constante (sonría, lo estamos grabando). Pero pareciera que para ti si fuera transparente...

¿A quién engaño?, sigo aquí con lo mismo que llegué y con lo mismo que me fui. Y ante la situación lo único que quiero es dejar de sentir estos sentimientos hacia ti, que me lastiman cada vez que recuerdo tu mano en compañía de otra o ahora mismo, ese afecto y amabilidad hacia la nueva gente. Bueno, hacia esa nueva persona. No soy tonta (o quizás si por permanecer aquí), y me percato de tus manos alrededor de una cintura... lamentablemente solo he estado jugando a fingir que no te observo.

Mucha gente se me ha acercado preguntando por como estoy, gente que no creí que se me acercaría alguna vez, e hipócritamente digo que ya no me importa y quiero seguir adelante cuando realmente eso no es lo que quiero sino lo que debo hacer a duras penas. Quiero que no duela, que ya no me duela nada, asumirlo, sentirme libre pero ya no sé como hacerlo. A veces creo que cada vez que te miro a los ojos o me pondré a llorar o golpear, pero me digo que no es aceptable y lo callo, aguanto, colapso y recolapso.

También he de admitir que ante mi estado vulnerable he caído en la debilidad de contar cosas a cualquier gente y creer que mucha es buena (tranquilo, no es le mismo condoro de la otra vez). Admiro a la Gema de antes, solía callar muchas cosas de ella misma y buscarle soluciones sin necesitar ser escuchada por los demás.

Prometí no caer en el confort del alcohol y así ha sido.
Hay alguien nuevo que se me ha acercado de sobremanera, que me hace sentir tranquila al saber que aún puedo darle paz a alguien, y que es afectuoso. Es de esas personas que me hacen sentir suave, un poquitititito parecido a como me hacías sentir tu (pero hasta ahora nada se compara, y créeme cuando digo eso porque el sentimiento sigue intacto y con ello puedo hacer las diferencias). Solo espero que él no confunda nada. No estoy para más problemas.

Y en la fiesta no disfruté nada (yo y mis estúpidas preocupaciones por los demás) y fingir cada día se hace mi especialidad. Pero he anoche conocí una faceta que no sabía de ti: te pillé bailando, y me hiciste reír y no de un modo burlesco, de un modo sano que me alegró, que me llenó por unos momentos.

Y me miraste y creo que me quisiste sonreír, y se me retorció todo el corazón que en defensa liberó el rencor en espasmos, que me hizo salir de ahí cuando realmente quería ser recíproca a tu sonrisa como lo fue alguna vez.

Y luego todos se fueron sin avisar.
Y quedé yo con dos personas más, y mis penas como mochila.

Cuando llegué a casa pensé en escribirte algo de manera directa, recalcando que no quería una respuesta ni que comentaras de ello, simplemente escribirte y liberar muchas cosas que tengo dentro. Pero mi orgullo incentivó a mi cansancio y no lo hice. Anoche era la oportunidad y tenía demasiadas cosas a flor de piel... que creo no poder hacer ahora.

Después del cambio de dirección de mi blog me pregunto si seguirás leyendo esto.
¿me darías una señal?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario