"La oscuridad no existe, lo que llamamos oscuridad es la luz que no vemos."
Henri Barbusse


sábado, 10 de marzo de 2012

Paciencia.

Ante una invitación la noche pasada, llegué y partí, recién profesando que cambiaría.
Soy tan contradictoria e inconsecuente con mis palabras que me llego a detestar.
Y dentro de la calma que me había otorgado la siesta, tuve un pequeño remezón que no debo negar. Pero hubo un momento perfecto: yo, la madrugada helada y el contraste de una taza de té en mis manos, viendo el cielo. Fue placentero y luchador a la vez, pues las ganas y los deseos de un acto impulsivo me estaban casi gobernando al saber que a poca distancia...

Y después de una prueba me he sentado en una plaza, particular, a escribir las cosas que aquí oculto con metáforas, para llegar a mi pieza y ordenar, ponerme pijama, preparar una taza de té y abrir la ventana sacándo mis pies por ella. Otro momento placentero.
Hasta que se me ocurrió ver una película que por las situaciones acontecidas me afectó más de lo normal.

He llegado hoy en la mañana, había recibido la invitación a la casa de una amiga. Su familia es tan... plasticina, te hacen sentir en confianza, cómoda... y te dan la seguridad que hoy en día me falta y que genero en otras personas.

Aún tengo un lío en mi cabeza, no sólo de él, sino de todo. Y sólo me quedan diez días.


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Hace tiempo que no escuchaba a los Guns, y esta canción me da tranquilidad temporal porque es como lo que me gustaría que me dijeran. Jajajá, pobre Gema, te llenas de utopía.

La paciencia y el tiempo son un matrimonio, y como todos, también discuten.
Espero que se arreglen y no terminen en divorcio.

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